Y yo que
pensaba que la culpa de eso de ”COMER ES UN PLACER”, era del cocinero o la
cocinera, y que dependiendo del estómago de cada un@, la frase tendría más o
menos sentido…
Pues
resulta que no, que la culpa de que a mí me encante comer (y a ti) y que incluso
en ocasiones sienta placer al comer según qué alimentos, la tiene una
explicación química, es decir, todo el control lo tiene nuestro cerebro y no el
estómago, vaya por Dios…