viernes, 15 de julio de 2016

Bailo...

BAILO porque el cuerpo me lo pide y mi corazón lo necesita. Porque bailando toco el cielo y me arrastro sobre el suelo al mismo tiempo. BAILO, sacudo y me muevo, porque quedarse quieta es aburrido y fácil. Transpiro y agoto el pulso, y ¡me encanta! Bailando estoy aquí y allá… estoy en todos lados. Consumo rápido el oxígeno de cualquier lugar, empaño espejos y provoco un incendio humano.

BAILO porque arranco las lágrimas del pecho y hago saltar las lágrimas y llevarlas bien lejos. BAILO con alegría, y cuando se acaba la invento o la robo de algún lado. Y sonrío. No se trata de técnica o estética, lo que importa es la actitud.

BAILO e imagino, me equivoco y lo arreglo. Altero la gravedad, golpeo y agito la sangre en las venas. BAILO porque fuera el mundo se destruye, se etiqueta, se compra, se vende, se consume… BAILO y mi estilo no está en venta. Porque soy dueña de mi cuerpo, BAILO porque lo llevo dentro…


No BAILO sólo porque me guste, sino porque mi esencia y mi corazón son baile. Por eso, BAILO.”

Hay que vivir la vida, y la mejor forma de hacerlo es subirse al escenario y dar el show.