La Navidad
sin dulces, ni villancicos, no es Navidad, las cosas como son. Eso es así en
todas las familias, en las que más tienen y en las que no tienen tanto.
Mis abuelos Teresa
y Rafael, Cordobeses, de Espejo concretamente, se pasaban todo un día
preparando el dulce que más gustaba a la familia:
LOS PESTIÑOS
El día de
Navidad estaban listos y no creas que sobraban muchos, ellos preparaban con
gran esmero y más cariño, ollas y ollas de este delicioso dulce Navideño, y después, los
repartían entre sus hijos e hijas.
Ahora, los cordobeses ya no están entre
nosotr@s, aunque no lo sentimos así, y como no podía ser menos, a modo de homenaje, todas las
Navidades en casa, seguimos con la tradición;
PESTIÑEAMOS
La receta la tiene mi madre bajo llave, como
si de un tesoro se tratara, y es que en realidad, lo es.
Es un dulce
muy elaborado y muy trabajado, puesto que hay que amasar bien, muyyyy bien y como dice mi madre “el secreto está en la masa y en el amor que le pongas”
No puedo
describir su sabor, en realidad saben a GLORIA...os muestro algunas fotos de los que preparamos
la semana pasada mi madre, mi prima y yo.
Están increíblemente
deliciosos. “Doy fe”
Y nos dejaron la mejor herencia prima!! Que ricos que están!
ResponderEliminarñam,ñam,ñam...peazo herencia!!!
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