Shhh…os voy a contar una historia.
Cuenta la historia… que en el corazón de Mariola, entre pinos
y aliagas, cada 4 de enero, sus Majestades, los Reyes Magos de Oriente, después
de un largo camino, montan su campamento para descansar esa noche.
Desde la ciudad de Alcoy, se aprecia el camino de antorchas
que alumbran lo que durante una noche va a ser el hogar de Melchor, Gaspar,
Baltasar, sus camellos y sus ayudantes los pajes.
Esa misma noche, bajan a la ciudad un grupo de pajes
acompañados de unas burritas transportadoras de buzones donde aquel niño, niña,
o mayor que desee, puede introducir su carta y pedir en ella, tantos y tantos deseos
que a poder ser serán cumplidos.
Dice la historia, que los Reyes y sus pajes, no duermen
durante toda la noche, ya que deben leer las miles de cartas recibidas y organizar
todo sin fallo alguno para el día siguiente.
El día 5 de cada Enero, desde hace ya 130 años, se lleva a
cabo en Alcoy, la Cabalgata más antigua de España, en la que la ilusión abunda
en cualquier recoveco de la ciudad.http://www.alcoi.org/es/cabalgata/
Es a las 18:00 horas cuando el centro de la ciudad es
aglomerado de niñ@s y acompañantes deseosos de ver, saludar y besar a sus
Majestades.
La historia cuenta, que a partir de esa hora, unos polvos mágicos
cubren la ciudad y tanto niñ@s como mayores, son más niñ@s que nunca. Abren sus
ojos, redonditos como las aceitunas y observan cada detalle de lo que allí va
sucediendo…un majestuoso desfile de tabaleteros y chirimiteros, con sus villancicos y danzas populares,
música, camellos, caramelos, color, confeti, ilusión, muchísima ilusión (en eso consiste la noche más mágica del año)…
Los Reyes Magos van acompañados
de sus ayudantes los pajes; unos ayudan a los niños y niñas a subir al camello para
recibir un caluroso beso del Rey escogido y otros son los encargados de llevar a las
casas algunos de los regalos que el día anterior pidieron en las cartas.
En ocasiones todos no llegan, pues hay demasiadas demandas, y sus Majestades no tolerarían que alguien se quedara sin un regalo, y por ese motivo son repartidos.
Estos pajes son mágicos y muy especiales, y suben a las casas a través
de unas largas escaleras rojas, como sus fajines y sus baberos. El rojo simboliza el fuego, la sangre, la energía, la fortaleza, la pasión, el deseo y el amor. Y en verdad ellos lo son.
Cuando toda esta magia acaba, todos y todas vuelven a casa
con la esperanza de encontrar algún regalo. Unos los encontrarán bajo la cama,
otras en el árbol de Navidad…
Pero aquí no acaba esta bonita y vieja historia. También cuentan que hay un pequeño y precioso
barrio en esta ciudad, llamado Batoy, donde sus habitantes celebran su propia Cabalgata,
con más ilusión y alegría si cabe. Es un barrio obrero, de gente que se
quiere y que lleva al barrio en el corazón.
“Salid a la puerta de vuestras casas Batoyer@s, que eso no
cuesta dinero y recibamos a nuestros queridos Reyes Magos, que aún sin ir en
camello, son igual de grandes”.
Te invito, a ti, que estás leyendo esta entrada, a que
visites el lugar de esta bonita historia y la vivas. Dicen que quien se adentra en ella…vuelve.
Hoy hemos
vuelto al cole y sus Majestades son tan mágicos que no se han olvidado de dejar
algunos paquetes en nuestra clase ( ¡claro Aranza!, porque el colegio está cerquita de su campamento y han visto lo que nos hacía falta y no se han ido sin pasar por quí... y tienen razón, ellos lo saben todo)
Gracias a los Reyes Magos que aún sin poder demasiado,
hicieron de la noche del 5, una noche mágica, esa magia que nunca debe perderse
cuando tenemos cerca a un/a niñ@.
Buen viaje de vuelta…
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