jueves, 18 de junio de 2015

¡Ramadán Mubarak!


Hoy l@s musulmanes han iniciado un mes especial, un mes Sagrado, el mes del Ramadán. Vivir este mes en Marruecos, un país musulmán, es cuanto menos curioso… 

A modo de información… Es el noveno mes del calendario lunar Islámico, se inicia cuando se ve la luna creciente y finaliza al contar 30 días, es uno de los principales pilares del Islam. Durante el día (desde el amanecer hasta la caída del sol) no deben comer ni beber, ni fumar ni mantener relaciones sexuales, ni pensar en ello. Están exentos de cumplir con el ayuno l@s enfermos, l@s viajer@s, niñ@s (algun@s hacen medio día, y los que lo hacen completo te enseñan la lengua blanca, para que veas lo fuertes que han sido y piden que enseñes la tuya para ver si tú también lo eres), también exentas embarazadas y mujeres en periodo menstrual ( aunque deben devolver los días que no pudieron realizarlo) 

Pero Ramadán no sólo es eso, en realidad, su finalidad, el objetivo ,  es “ponerse en el lugar del otr@”. Permite experimentar lo que a diario viven personas que pasan sed, hambre, y sufren todo tipo de carencias. Es crear conciencia, es vivir la caridad siendo solidarios, compasivos, es meditar, pensar, perdonar, rezar… 

Días antes, están muy atent@s a la televisión, y suelen acercarse a menudo a la Mezquita, para que alguien “de los que saben” confirme el inicio del mes. – Mañana, es mañana Incha2lah!! Y lo reciben con ganas, supone un esfuerzo importante (doy fe), pero es motivo de alegría y de celebración, pues según cuentan, durante ese mes, ocurrieron muchas cosas importantes para el Islam que se van celebrando así van pasando los días. 
Para mí y quizá porque lo viví muy de cerca durante los últimos años, la noche más bonita de todas las de este mes Sagrado, es la del 26- 27, le llaman “Laylat ul Qadr”, la “Gran noche”, “la Noche del Decreto”, dicen que esa fue la noche en la que empezó todo, en la que le fue revelado el Corán al Profeta Mohammed (Mahoma) a través del ángel Yibril (Gabriel). Dicen también que en esa noche el cielo se abre, se clarea… y por eso se vive de manera especial.
Donde yo estuve, cada noche, un poco antes del inicio del ayuno, pasan jóvenes tocando los tambores para anunciar que deben comer porque falta poco para no poder hacerlo, y en la “Noche del Decreto”, los más pequeños del barrio acompañan a “los tamborileros” con una vela en la mano y con coloridas djelabas, por todo el barrio, parando en cada esquina al escuchar cánticos realizados por las mujeres que esperan este día con verdadera emoción. Se me hace un nudo en la garganta al recordarlo (me recuerda a las fiestas de mi barrio cuando a las 8 de la mañana l@s vecin@s nos despertamos al escuchar el sonido de la banda de tambores y cornetas formada por l@s niñ@s del barrio). 

El día a día en Ramadán es duro, demasiado para una persona que no lo haga por Fe y más teniendo en cuenta las altas temperaturas de las que se dispone (si es que cae en meses estivales), los horarios se trastocan, comercios y cafeterías cerradas, bancos con horarios especiales, calles desérticas, todo va más lento, sentimientos a flor de piel, salidas de tono que en muchas ocasiones son producidas por la falta de… agua…? 

 Por lo general y desde mi experiencia, las “campeonas” de este mes ( exceptuando a los hombres que durante el día salen a trabajar), son las mujeres, se levantan temprano para aprovechar las horas más fresquitas del día y dejar la casa limpia, refrescar las paredes, salir a trabajar… y también se encargadan de preparar la comida para el des-ayuno (l-ftor) que suele romperse al escuchar el ansiado (“Allah wa Akbar”) con un vaso de leche y unos  dátiles, harira (una sopa muy proteica a base de algunas legumbres, verduras… para aportar fuerzas después del esfuerzo), chebakía para acompañarla, huevos, frutos secos, pan, msemen, frutas, zumos, dulces … un festival de comida marroquí… todo compartido con los familiares, amig@s, vecinos y personas menos afortunadas. No es de extrañar ver entrar a casa a desconocid@s y compartir mesa ( con mucho gusto). 


Una vez des-ayunado, y después de ver cámera cachée, L couplé... la gente sale a la calle a pasear, a las cafeterías, a jugar a fútbol, a tomar el fresquito, empieza la “vida”, se vuelve a escuchar voces, risas, música… hasta que unos minutos antes de empezar de nuevo el ayuno, se vuelven a reunir en casa para degustar el suculento plato realizado por las trabajadoras mujeres, evitan el pescado, pues éste pide agua… 

Y así durante 30 días… 

En la fiesta de culminación del Ramadán “Eid-al-Fitr” o la "Fiesta grande", se desayuna de una manera muy especial, se hace una oración específica y durante todo el día se intercambian felicitaciones, visitas a los domicilios de los familiares, amig@s y vecin@s, se regalan juguetes a l@s niñ@s, se intenta vestir con ropa nueva, las mujeres se ponen guapetonas (más aún si cabe), los hombres suelen vestir con ropa tradicional, se escucha el Corán por allá donde vayas, un verdadero festival que dura tres días. Algo así como la Navidad. 

Por mi parte, este año desde España, sólo me queda desear a tod@s l@s musulmanes, un ¡Feliz Ramadán!

¡ Ramadán Kareem!

¡Ramadán Mubarak!

 

 
 

 
 

 

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